Cuánto consume una bombilla de infrarrojos.

¿Qué es exactamente una bombilla de infrarrojos?

Una bombilla de infrarrojos es un tipo de dispositivo de iluminación de luz infrarroja que se utiliza para iluminar espacios. Estas luces funcionan emitiento luz invisible que funciona para calentar los objetos a su alrededor, en lugar de iluminar. Esto significa que, a diferencia de otras luces, no hay luz emitida.

¿Cuánto consume una bombilla de infrarrojos?

Una bombilla de infrarrojos no consume la misma cantidad de energía que una lámpara convención. Al no utilizar luz, su consumo se reduce considerablemente. El consumo estimado de una bombilla de infrarrojos es de entre 10 y 20 vatios por hora de encendido. Esto significa que, si un vatios dure una hora, estaríamos consumiendo 10-20 vatios por hora, lo que equivale a entre 0,24 y 0,48 kWh.

¿Cuánto gastarás al mes con una bombilla de infrarrojos?

Teniendo en cuenta el número de horas de encendido al mes, podemos calcular aproximadamente la cantidad de energía que la bombilla consume. Por ejemplo, si tenemos encendida la bombilla durante 24 horas al día durante todo el mes, estaríamos consumiendo entre 5,76 y 11,52 kilowatts-hora. Esto equivale a un coste entre 7,07 y 14,14 euros aproximadamente al mes. En el caso de que la bombilla esté encendida solo 12 horas al día (8 horas con luz natural + 4 horas de noche verdadera) el consumo sería de unos 3,5 kilowatts-hora al mes, con un gasto de unos 4,26 €.

¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de utilizar una bombilla de infrarrojos?

Es importante tener en cuenta que una bombilla de infrarrojos no funciona del mismo modo que una lámpara convencional. Estas luces solo calientan los objetos a su alrededor, por lo que no se puede utilizar como luz ambiental o para iluminar un espacio. Además, es importante prestar atención a su ubicación, ya que las luces infrarrojas tienen un alcance limitado y no producirán una buena iluminación si no están situadas en el lugar adecuado. Por último, es importante controlar el tiempo de encendido, para asegurarse de que no tengamos gastos innecesarios.